Digimon Story: Cyber Sleuth Hacker’s Memory

Digimon es una franquicia que se resiste a morir, tanto en anime como en videojuegos, y al igual que los últimos años, este 2018 recibimos una nueva entrega anual de la franquicia que en esta ocasión viene siendo una secuela de Cyber Sleuth.

Con mejoras añadidas y algunas referencias a su predecesor, ¿estás listo para regresar al Digimundo?

Historia

Digimon Story: Cyber Sleuth Hacker’s Memory es una secuela directa de Digimon Story: Cyber Sleuth de 2015 que en esta ocasión nos lleva a conocer la vida de un hacker aficionado llamado Keisuke Amazawa.

La historia presenta al protagonista en su búsqueda por encontrar al hacker que ha robado su cuenta del mundo virtual Eden y que además ha sido acusado de un crimen que no ha cometido. Desde entonces, un personaje misterioso llamado “K” así como un grupo de hackers llamados Hudie al cual nuestro protagonista logra unirse intentarán resolver el caso a lo largo de diversos capítulos.

La historia principal del juego se desarrolla en base a misiones que vamos tomando desde un tablero que conjunta tanto esas, como las misiones secundarias, y las cuales no solamente nos permitirán avanzar en la trama principal, sino que también nos permitirán conocer a los co-protagonistas así como también algunas referencias al primer título.

Si lo tuviera que comparar con el juego más reciente de la franquicia que fue Digimon World: Next Order debo decir que definitivamente Hacker’s Memory es mucho mejor no solo a nivel argumental, sino también en las mecánicas de juego. Este título, aunque es un poco más lineal, logra involucrarte mucho más en el mundo digital aunque tengas muy poca información respecto a Digimon y todo lo que involucra.

Presentación

El juego toma un estilo de dibujos en 3D donde la mayor parte del tiempo tenemos la posibilidad de explorar el mundo digital en toda su amplitud, limitando solamente los diálogos a dibujos con fondos estáticos donde las animaciones se limitan a las expresiones de los personajes que interactúan en ciertos momentos.

La paleta de colores es bastante buena y el juego es muy fluido en su versión de PS4, dando importancia incluso a los pequeños detalles. Los diseños de los personajes son bastante buenos y cada uno tiene una personalidad bien definida, aunque tampoco podemos abordar profundamente en la vida de cada uno.

El trabajo de voces es bastante bueno, limitado a un audio en japonés con traducción al inglés, sin embargo a pesar de eso, nuestro protagonista es aquel que, como es casi costumbre, nuevamente es mudo en la trama, pero es de destacar que las expresiones que realiza cuando es protagonista de alguna cinemática o diálogo hacen que eso pase a ser algo sin importancia.

El diseño de niveles podemos dividirlo principalmente en lo que ocurre dentro del Eden, el mundo de realidad virtual, donde básicamente son escenarios planos con pocos elementos complementarios, es decir, a veces solo funcionan como pasillos o zonas de reunión, pero tan básicos como solamente ver personajes parados ahí. La otra parte es la ciudad del mundo real llamada Ikebukuro donde tenemos locaciones que hacen alusión a Tokio y en la cual podremos encontrar tiendas, NPCs y algunos lugares específicos que nos permitirán avanzar en la trama.

En cuanto a la música es buena aunque nada que destacar. Los efectos especiales son probablemente muchos de los que habrás escuchado en la primera entrega o en cualquier entrega de la franquicia Digimon.

Y es que hablando de Digimon, en esta ocasión tenemos más de 300 monstruos digitales para coleccionar, entrenar, digievolucionar o de-digievolucionar, cada uno con un diseño diferente entre los cuales incluso podremos encontrar a los clásicos como Agumon con los que crecimos, aquellos que vimos la primera serie en los ’90s.

Jugabilidad

Hacker’s Memory mantiene el sistema de combate de su predecesor al tener una mecánica por turnos clásica donde los combates darán inicio a veces de manera aleatoria cuando exploramos el mundo. Durante los combates podremos atacar, usar habilidades, defendernos e incluso huir de la pelea si así lo deseamos, todo esto mientras del lado derecho de la pantalla podremos ver el orden de los turnos para poder planear una estrategia aunque cabe destacar que puedes llevarte una que otra sorpresa que arruinará lo que tenías planeado. Si lo tuyo es confianza total en el juego, entonces podrás poner en modo automático la batalla.

Una de las funciones que hasta cierto punto puede ser un poco aburrida por lo recurrente es que para avanzar dependemos enteramente del uso de una PC en el mundo de Ikebukuro que servirá como enlace entre el mundo real y el digital, en dicho dispositivo podremos realizar una serie de funciones a través de las opciones que nos brindará, por ejemplo en el Bulletin Board System se acumularán las misiones tanto principales como secundarias para avanzar en la trama. La segunda opción es acceder a Eden, la red digital virtual, y con ello a las zonas que vayamos desbloqueando conforme avancemos en el juego. Otra opción es el Digimarket que básicamente permite comprar diferentes Digimons con dinero del juego. Hacker’s Memory es una opción que nos permite desencriptar memorias que se pueden encontrar a lo largo del título y que permiten ver recuerdos de personajes o situaciones. Finalmente el Digilab es el lugar donde contamos con diferentes opciones para el cuidado y evolución de los monstruos digitales.

Retomando lo anterior respecto a las batallas, éstas no solo nos permitirán subir de nivel a nuestros Digimon, sino que también nos permitirán analizar a aquellos que no conozcamos. Esta función de analizar nos solicitará tener un mínimo de 100% para obtener un digihuevo que al eclosionar brindará al monstruo digital que hayamos elegido. Esta mecánica va de la mano con la DigiFarm, un lugar que permite tener un máximo de diez monstruos y asignarles diferentes tareas como entrenar, fabricar objetos o investigar, lo que permite que descubran nuevos casos para de nuevo, poder avanzar en la trama.

Los monstruos digitales que estén en el DigiFarm no solamente podrán mejorar su nivel entrenando, sino incluso se comunicarán contigo para platicar sobre sus vivencias o bien, hacerte pequeñas preguntas respecto a tus conocimientos sobre los Digimons. Aquí también será el lugar donde podrás digievolucionar o de-digievolucionarlo a tus compañeros de batalla.

Además de las batallas por turnos de las cuales hablamos anteriormente, existe otro tipo de batalla dentro de Hacker’s Memory que son las capturas de territorio en las cuales deberás ir acompañado y partirás de una desventaja como adversidad que deberás revertir y en base a ello derrotar al grupo rival.

Sumado a lo anterior tenemos las batallas de dominio que en lugar de ser una pelea común, es una contienda delimitada por casillas con diversos puntos asignados a cada una de éstas. Por ejemplo, los comúnes tiene un valor de un punto, sin embargo existen otras que tienen hasta diez puntos de valor. La idea aquí es alcanzar el puntaje establecido al inicio con base a movimientos y peleas que se realizarán durante la partida, además de que las opciones de objetos y de cambio están desactivadas. Al momento que un equipo alcance el puntaje requerido, la batalla finaliza.

Punto importante y que personalmente me castró es que no existen prácticamente guardados automáticos en el juego, lo que ocasionó que me la pasara guardando a cada rato ya que si por alguna razón moría… pues todo el progreso que había hecho se perdía.

Conclusión

Digimon Story: Cyber Sleuth Hacker’s Memory es una gran continuación de su predecesor y que a su vez toma elementos que funcionaron en la primera parte para hacerle honor a la frase “si algo funciona bien, no le muevas”. La adición del esquema de batalla por casillas es algo interesante y que nos saca un poco de la comodidad del juego.

Personalmente el tener que estar guardando a cada rato fue frustrante ya que son varias las posibilidades que te da el juego para avanzar y que puedes simplemente perder debido a que una batalla inesperada te hizo morir. Es una buena secuela, pero que tampoco hace el esfuerzo por innovar demasiado.