Doom Eternal

Cuatro años después de la más reciente entrega de la franquicia, Doom Eternal llega con más acción, sangre y violencia a nuestras manos para una vez más poner fin a la invasión en la tierra.

¿Listo para ponerte en la piel del slayer?

Historia

Las fuerzas del inframundo han empezado a invadir la Tierra y acabar con lo poco que nos quedaba. Sin embargo, mientras la Corporación Aerospacial de la Unión trata de defenderla, el mítico Doom slayer ha decidido emprender su aventura una vez más para poder defender lo que queda de la Tierra y acabar con la amenaza.

Esa es la historia del juego, y el único argumento que tenemos para entrar al planeta y empezar a matar a todos y cada uno de los demonios que se nos pongan enfrente. ¿Realmente necesitas otra excusa?

Presentación

Doom Eternal pude jugarlo en PC y eso me ayudó a sacarle el máximo poder gráfico a este título. Primeramente hablar de que a nivel visual el juego luce realmente hermoso corriendo a 60fps, aunque también puedes dejarlos totalmente libres para que se ajusten automáticamente dependiendo de la situación.

Los diseños de los mundos están muy bien detallados y llenos de texturas de alta resolución que te brindan una experiencia más inmersiva en este mundo en caos. Recorreremos diferentes aspectos de la Tierra, desde interiores y exteriores donde podremos ver edificios destruidos o llenos de elementos tóxicos que pueden llevarnos a la muerte si no nos cuidamos lo suficiente. También tenemos los exteriores donde podemos ver como la invasión va creciendo con halos de luz cayendo desde el cielo, lava por doquier, explosiones y un sin fin de elementos que en conjunto hacen de los niveles algo bastante disfrutable a nivel visual.

En cuestión de personajes tenemos obviamente al slayer que es el protagonista, sin embargo eso no quiere decir que tengamos que quedarnos con el diseño default a lo largo de todas nuestras horas de juego ya que el título ofrece una gran cantidad de coleccionables que puedes ir desbloqueando con monedas in-game o bien encontrándolos a lo largo del juego. Algunos de los skins que yo obtuve es el clásico y el de zombie. Adicionalmente podemos ir cambiando las poses de victoria, de intro y hasta cambiar los skins de las armas, algo que sin duda te dará muchas más horas de juego si eres de lo que gustan de tener un juego al 100%.

Por otro lado están los enemigos, por ejemplo los comunes que vemos en el juego que pueden ser simples zombies hasta zombies con posibilidad de cargar armas, pasando por una especie de gárgolas infernales y finalmente hasta aquellos importantes, que no solamente son a quienes podremos enfrentarnos durante la campaña, sino que también podemos usar durante el modo de juego battlemode, del cual hablaremos más adelante. Los demonios son: archvile, mancubus, marauder, pain elemental y el revenant. Al igual que con el slayer, con todos estos demonios tenemos la posibilidad de personalizarlos en los mismos aspectos que el protagonista. Para finalizar con el apartado de personalización tenemos la opción de modificar el badge del jugador, tanto el ícono como el subtítulo que quieres usar a nivel online.

Por otro lado tenemos los diseños de los priests y de otros enemigos importantes dentro del juego que si bien no pueden ser usados como demonios en otro modo de juego también tiene un diseño que merece la pena destacar y que, en conjunto con otros y en gran cantidad, pueden hacer que tu sueño de acabar con ellos se convierta en una pesadilla.

La banda sonora solo puedo definirla con una palabra: épica. Es una banda sonora que realmente logra llevarte de la mano en todos los momentos que existen en el juego, desde los más tranquilos, que para ser honesto son casi inexistentes en el juego, hasta los momentos más épicos como cuando tienes que escapar de un lugar antes de que explote por completo.

Los diseños de menús son bastante decentes y fáciles de navegar e incluso me atrevo a decir que en cierta manera siguen conservando ese aire de antaño tanto por el diseño como pos los colores que se usan. En cuestión de rendimiento en un par de ocasiones llegue a notar unas caídas de cuadros por segundo considerables, aunque la última de éstas ocasiones al parecer la «resolví» con el simple hecho de cerrar otros programas que estaba ocupando en ese momento en segundo plano.

Jugabilidad

Doom Eternal cuenta con dos modos de juego, la campaña que podemos jugar en seis dificultades, desde la más fácil hasta la ultra díficil y en la cual yo opté por jugar en la cuarta llamada pesadilla y ésto debido a que había leído previamente que recomendaban jugar en este modo para tener una experiencia más placentera ya que incluso el modo difícil no lo era tanto como podrías imaginar.

La campaña se compone de diferentes misiones que tendrás que ir asignando desde la nave del slayer para que se abra un portal que te llevará al destino siguiente. En dicho destino tendrás que hacer una serie de cosas para poder concluir, por ejemplo digamos que la misión principal es acabar con el corazón de los demonios, pero para llegar al corazón principal primero tendrás que acabar con un sin fin de enemigos, encontrar diversas llaves para abrir una serie de puertas que parecen laberintos e incluso colgarte por paredes para llegar a otras zonas donde tendrás que activar la energía que necesitas para correr la maquinaria que finalmente acabará con el corazón… y con todo el lugar, obligándote entonces a tener que lograr escapar del lugar en menos de 90 segundos.

Si bien es cierto que puedes completar las misiones yendo prácticamente del punto a al punto b, también hay que decir que puedes tomarte ciertas libertades, por ejemplo encontrar vidas adicionales o elementos que nos permiten mejorar los perks de nuestras armas o de la armadura de nuestro personaje, o incluso puedes encontrar ciertas puertas adicionales que brindan una escapada de lo monótono y en las cuales tendrás que acabar por ejemplo con una serie de enemigos en menos de 20 segundos o bien simplemente lograr acabar con todas las oleadas de demonios antes de que ellos acaben contigo. También puedes dedicarte a explorar cada rincón de cada escenario para encontrar no solo los skins antes mencionados sino incluso piezas de arte y música de otros juegos de la franquicia.

En cuestión del modo PvP tenemos el llamado battlemode que es un multijugador asimétrico de 2 vs 1 donde dos jugadores tomarán el rol de uno de los demonios antes mencionados mientras que el tercer jugador tomará el rol del slayer. La idea aquí es obviamente que el slayer salga victorioso, sin embargo después de unas cuantas partidas debo admitir que para que realmente salgas victorioso como el slayer tienes que ser muy habilidoso y estar muy pendiente tanto de tus habilidades como de tus municiones para no morir a los dos segundos de haber iniciado. La partida no podrás ganarla siendo el slayer hasta que logres acabar con los dos demonios principales, ¿y por qué digo principales? porque los dos jugadores contrarios tienen toda la facilidad de estar invocando a diestra y siniestra una cantidad considerable de minions que, si tampoco logras controlar a tiempo, todo será un caos en tu contra. A lo anterior súmale que los demonios tienen posibilidad de revivir después de cierto tiempo de espera…

Por otro lado los demonios como dije tienen la opción de elegir entre cinco personajes cada uno con habilidades diferentes. Por ejemplo el revenant cuenta con dos lanza misiles en la parte superior y además tiene la posibilidad de elevarse en el aire por unos cuantos segundos mientras que el archvile puede teletransportarse. Todo dependerá también de saber elegir el demonio en el momento adecuado y de acuerdo a lo que elija el otro jugador con el fin de complementarse y, siendo demonio, tener más facilidad para ganar.

Finalmente mencionar que durante cada partida podrás elegir una habilidad especial para mejorar y usar en el siguiente turno. Ganará el jugador o equipo que logre acumular tres victorias y al terminar la partida los roles se rotarán por lo que en tres partidas continuas te tocará jugar dos veces como demonio y una como slayer.

El juego obviamente se presta para darle una segunda y cuantas vueltas más quieras, no solo por los coleccionables sino también por los retos adicionales antes mencionados porque puede ser que la primera puerta infernal te toque al inicio del juego cuando tus habilidades y armas no son suficientes para enfrentarte a ese reto en este momento.

Conclusión

Recuerdo que en 2016 compré Doom porque tenía muchas ganas de jugarlo, pero recuerdo que ese año también seguía enviciado con Destiny y hasta el día de hoy mi copia de Doom sigue sellada. Sin embargo, agradezco enormemente haber tenido la oportunidad de jugar Doom Eternal porque realmente he disfrutado cada segundo de juego así como cada muerte que he sufrido. Es intenso, es divertido y sobretodo lleno de sangre, demonios y acción.

Si eres de aquellos que como yo no pudo jugar el título de hace cuatro años, o si lo jugaste, definitivamente Doom Eternal es uno de esos FPS que tienes que tener este 2020.

Agradecemos a Bethesda las facilidades para realizar esta reseña.