Ginger: Beyond the Crystal

Durante los últimos años hemos estado recibiendo títulos que quieren rememorar aquellas épocas gloriosas en los videojuegos de los años 90, con sorpresas muy satisfactorias como Yooka-Laylee y otras que simplemente olvidamos después de jugarlos una hora.

Pero los chicos de Drakhar Studio no se querían quedar atrás y nos presentan su entrega Ginger: Beyond the Crystal que finalmente hace su aparición en Switch, pero ¿realmente es un juego que haga honor a aquellas épocas de oro?

Historia

En la piel azulada de Ginger, nuestra misión será reconstruir un mundo en ruinas, devastado por la explosión del cristal que da vida al mundo que habita nuestro protagonista y que ahora se encuentra regado en pequeñas partes alrededor de este.

Si bien la historia inicia de manera interesante con actuaciones de voz y cinemáticas bastante bien diseñadas, claro, bajo el típico argumento de que tú eres “el elegido” para salvar al mundo, lamentablemente Ginger pierde su gran primera impresión después de unas horas de juego.

Y es que una vez acabado el intro del juego, éste se convierte en algo totalmente inanimado, con conversaciones con NPCs vagas que se limitan a los clásicos ruidos que se colocan cuando no hay una actuación de voz de por medio. Lo malo es que Ginger no está solo en su viaje, y es que los que lo acompañan simplemente son personajes muy poco sobresalientes.

Presentación

El juego es un port de la versión de consolas y PC que se lanzó en meses anteriores, y aunque luce aceptable en Switch, no puedo evitar compararlo con las gráficas de un juego móvil.

Los personajes son diversos, pero como mencioné, éstos no tienen una personalidad para proyectar, debido mayormente a que no cuentan con una voz que los diferencie de entre el resto. En teoría puedo decir que en el juego hay tres clases de NPC, los que solamente hacen acto de presencia, los que necesitan de tu ayuda con misiones súper secundarias, y los que realmente tendrán un papel relevante en tu aventura.

Los mundos son variados y dentro de cada mapa exploraremos diversos niveles, el diseño de éstos es bueno y en ellos podrás encontrar algo diferencial que hace que Ginger sea un poco más divertido y menos lineal: trajes, de los cuales hablaré más adelante.

A pesar de que Ginger: Beyond the Crystal imita bastante bien las mecánicas y el arte de los años 90, hay cosas tan básicas como la sombra del personaje que han sido omitidas, ¿y por qué una sombra es tan importante? porque esa sombra nos ayuda cuando se trata de asegurarse del lugar donde caerás en las mecánicas de plataformas.

Jugabilidad

El juego conjuga diferentes mecánicas a lo largo de su campaña, desde modos 2D, 2.5D y 3D. En ellos a veces tendremos que ir solamente de izquierda a derecha para completar el nivel, mientras que en otras podremos explorar en cierta medida el juego en todo el esplendor del 3D.

Como mencioné, Ginger podrá “disfrazarse” para adquirir habilidades, por ejemplo puede ser un músico para tocar alguna melodía y abrirse camino. También podrá ser un ratón para hacerse pequeño y acceder a otras zonas.

Regresando al tema de los NPCs, diré que los que necesitan tu ayuda te pedirán que hagas misiones como recolectar cinco manzanas distribuidas en todo el mapa. Sí, es enserio. Lo malo es que las recompensas de estas misiones no te ayudan mucho en la progresión del título en sí.

Por otro lado los que realmente juegan un papel relevante, en teoría, te darán indicaciones de qué hacer en dicho mundo, te mostrarán el camino a seguir, además de que en ocasiones las recompensas son un poco mejores.

¿Pero cuáles son esas recompensas? Materiales para poder reconstruir las ciudades. Sí, además de recuperar los pedazos de cristal regados por los mundos, Ginger tiene que reconstruir diversos edificios que fueron destruidos en cada mundo, para ello requerirás de materiales como rocas o madera, y cada edificio te pedirá una cantidad diferente de recursos para ello.

Lo malo al final, es que Ginger termina siendo muy repetitivo en pocas horas de juego, incluso las mecánicas de pelea a veces las omitirás pues es más fácil evadir a los enemigos y continuar tu camino que perder el tiempo en una pelea que al final, no te dará un mayor beneficio in-game.

Conclusión

Ginger: Beyond the Crystal es divertido, pero al poco tiempo deja de serlo. Me habría encantado que las actuaciones de voces sean usadas durante todo el juego y no solo en cinemáticas.

La historia es del todo olvidable, y la música ni que decir, sin embargo la diversidad de mecánicas de juego incluidas hacen que sea rescatable. Por ahora, si quieres revivir una buena experiencia que haga honor a los juegos de antaño, te recomiendo mirar hacia otro lado.

Agradecemos a Badland Games las facilidades para realizar esta reseña.