No Straight Roads

Los juegos de ritmo cada día encuentran nuevas formas de llevar este género al siguiente nivel y No Straight Roads es un intento más de lograrlo.

¿Imaginas un mundo donde el rock ya no sea considerado música y haya sido reemplazado por otros géneros?

Entonces bienvenido a No Straight Roads.

Historia

En el juego seremos parte de una banda de rock que busca llamar la atención de una especie de concurso de talentos y nuestra banda, Bunk Bed Junction, conformada por Mayday & Zuke, quieren conquistar el mundo con su música.

Sin embargo, viven en un mundo dominado por EDM en el cual el género musical del rock es cosa del pasado y ahora se le da prioridad a las boy bands, djs y hasta vocaloids. Ante el rechazo, nuestros valientes músicos indies deciden emprender una lucha contra el poderío y para ello tendrán que ganar popularidad en la ciudad.

A lo largo de la historia, enfocada principalmente a boss rush, nos abriremos camino ante una ciudad que ha perdido su brillo y la cual tendremos que rescatar de las garras de EDM. No es la mejor historia, sin embargo resulta levemente entretenida, sobretodo por los diálogos cómicos que tiene a lo largo de la aventura.

Presentación

No Straight Roads presenta una mezcla de estilos entre 3D y 2D en algunos momentos con un arte sumamente colorido en una ciudad vibrante a pesar de que se supone que está controlada por EDM. El mundo es pequeño y la exploración es muy limitada, pero eso no impide que guarde algunos secretos por descubrir y personajes que nos ayudarán en nuestra aventura.

El diseño de personaje es bastante bueno y cada uno, tanto los protagonistas como los secundarios, cuentan con una personalidad que los define muy bien. El trabajo de voces para cada uno es muy bueno y el guión ayuda a que te saquen una que otra sonrisa con sus ocurrencias además de que le dan ese toque especial a una trama que no despega en ningún momento lo cual hace que sea un poco más digerible.

La música es la parte más importante del juego y eso te lo dejan saber desde el primer momento. La idea es que te enfrentes a los enemigos basado en los ritmos de la música y eso te permite también saber en qué momento debes atacar así como defenderte. Esta mecánica también funciona para las batallas con los jefes pues cada uno representa un género diferente, por ejemplo un DJ, un rapero, una vocaloid, entre otros.

La parte mala es que al menos la versión de Switch es demasiado lamentable en cuestión técnica con un downgrade que da pena ajena. El juego se ve mal, feo, pixelado y además con bugs que arruinan la experiencia de juego al grado de que en algún momento en una batalla con el jefe y tras haber muerto un par de veces, éste simplemente ya no se movió, ni atacó ni nada, dejándome en bandeja de oro poder eliminarlo de forma fácil y sencilla.

En algún momento pensé que la calidad visual tal vez era un detalle de la versión portable, sin embargo mi sorpresa fue que incluso conectado a la TV el juego luce feo, principalmente en la exploración del mundo y cuando te encuentras en la guarida de los personajes para mejorar algunos aspectos, puesto que en las batallas o el diseño de los jefes ese downgrade es casi imperceptible.

Jugabilidad

En No Straight Roads Mayday utiliza la guitarra y Zuke la batería, siendo la primera la que cuenta con ataques más fuertes y el segundo digamos que con un poco más de resistencia. Como dije la intención es que todo sea dependiendo del ritmo del juego, sin embargo eso no impide que puedas presionar botones a lo loco y acatar como gustes.

Conforme progresas obtendrás nuevas habilidades para tus personajes que te servirán para enfrentar a los diversos enemigos y jefes. Cabe destacar que cada jefe tiene una forma diferente de matarse y sobretodo de atacarte, incluso de uno que otro me atrevería a decir que la forma de vencerlos no es muy clara que digamos, pero basta con prestar mucha atención a los patrones para poder encontrar la forma de eliminarlos.

El juego es básicamente un boss rush donde si bien tienes que atravesar un nivel para llegar a ellos, estos no suelen ser tan complejos como lo es el jefe final. Cuentas con una barra de vida y con una de energía que te permitirá realizar ataques especiales así como también finales para acabar con los jefes. Las mecánicas de juego van desde el ataque, salto hasta el parry que te permite regresarle sus ataques al enemigo y así poder efectuar más daño. Uno de los principales consejos es siempre ir cambiando entre ambos personajes puesto que cuando uno muere, el juego termina.

El título tiene también unos minijuegos y misiones adicionales para sacarle más horas de juego, como por ejemplo encontrar unas baterías y reparar todo lo malo que tiene la ciudad para obtener más fans. Mientras más fans tengas más probabilidad tienes de desbloquear mejoras del personaje y a ellos no solo los ganas mejorando la ciudad, sino también venciendo a los enemigos y jefes.

Además tenemos la posibilidad de jugar en modo cooperativo pero sinceramente puede convertirse en un caos, por lo cual opté por jugar en solitario.

Conclusión

No Straight Roads hace un buen intento de proponer una forma diferente de jugar al género de ritmo, sin embargo, al menos en la versión de Switch, su rendimiento y detalles técnicos le quitan mucho mérito.

Es divertido, retador y con una banda sonora exquisita, pero si quieres experimentarlo en todo su esplendor, tal vez debas optar por otra versión diferente a la de Switch.

Agradecemos a Sold Out las facilidades para realizar esta reseña.