Ready Player One

Hace casi diez años que Ernest Cline lanzó al mundo su primer novela, una historia que, como dirían muchos, es una carta de amor a la cultura pop de los años 80, una novela que te atrapa con tan solo «entrar al primer nivel» y que hoy se ha convertido en una producción de Hollywood bajo el mismo nombre: Ready Player One.

¿Listo para comenzar el juego?

Historia

Ready Player One es una novela que nos lleva al futuro, al año 2045 en Ohio, una ciudad que se ha convertido en una de las mecas de la evolución tecnológica pero que también es sede de muchas personas que se han quedado sin hogar debido a la crisis ocurrida años anteriores en el mundo y que acabó con grandes ciudades del planeta tierra.

Nuestro protagonista se llama Wade Watts, o como se le conoce en el OASIS, Parzival, un chico que al igual que prácticamente todo el mundo, se pasa la vida inmerso en un mundo de realidad virtual creado por James Halliday y Ogden Morrow llamado OASIS. ¿Pero por qué están ahí? Porque ese mundo virtual se ha convertido en el lugar donde la gente no solamente puede divertirse, sino que también puede trabajar para comprarse cosas en el mundo real, conocer otros lugares, hacer actividades como escalar el Everest que probablemente en la realidad no podría hacer e infinidad de cosas más, el OASIS, básicamente se ha convertido en una realidad para aquellos que son parte de ese mundo.

Sin embargo, inesperadamente, James Halliday, la mente detrás de este mundo virtual fallece, no sin antes dejar una última misión para todos aquellos que juegan su más grande creación: aquel que encuentre el easter egg que él ha guardado en algún lugar del OASIS se hará acreedor a toda la fortuna que ha dejado, así como también a obtener total control del OASIS. Pero, no solamente se tratará de encontrar el easter egg debajo de una piedra, la cacería llevará a cada uno de los jugadores a encontrar primeramente tres llaves que les permitirán irán avanzando en su búsqueda para encontrar el easter egg antes mencionado.

A lo largo de toda la película veremos como nuestro protagonista, acompañado de sus amigos Art3mis, Aech, Sho y Daito se enfrentarán no solo a una serie de rompecabezas y retos que incluso pondrá en peligro su vida, sino que también estarán haciendo frente a los Sixers, cientos de cazadores pertenecientes a la empresa IOI que se ha encargado de prácticamente tener todo al alcance para lograr ganar este concurso, desde jugadores profesionales, hasta incluso gente especializada en cada uno de los detalles que rodearon la vida de James Halliday.

Ready Player One, debo decir primeramente, no es una película que tome totalmente lo que puedes encontrar en la novela de Ernest Cline, es un filme que se basa en dicho libro y que se toma muchas libertades para poder darnos a conocer un argumento que hasta cierto punto pudiera llegar a ser aburrido en el libro y transformarlo en algo que nos mantiene al pendientes de cada uno de los detalles que se encuentran a lo largo de poco más de dos horas.

Si quisiera hablar como un purista de la novela diría que no me gustó esta película porque existen elementos que personalmente me hubiera gustado ver en la pantalla grande, sin embargo, no seré esa clase de persona pues la película cumple con una función muy importante: ser una carta de amor a la cultura pop, a los videojuegos, películas, animes, juguetes, e infinidad de cosas que la gente que creció en la década de los 80 amó, y que desembocan en una carta de amor a esa generación.

Si bien el argumento no se sigue al pie de la letra respecto a la novela, toma elementos importantes de ella como diálogos, escenas y elementos que en el libro fueron importantes, y que aquí también lo son. También debo decir que Ready Player One tiene que contarte un argumento desglosado a lo largo de todo un libro solamente al inicio de la película ya que de lo contrario podría causar confusión en el público.

Presentación

Steven Spielberg es conocido en el mundo por ser una de las mentes que nos ha traído algunas de las mejores películas de ciencia ficción, y a pesar de que sus últimas películas del género han dejado mucho que desear, puedo decir que simplemente Ready Player One es un tributo incluso para él, sobre lo que logró hacer hace muchos años: una película que deja claro la magia que el cine puede hacer.

Visualmente Ready Player One es casi tal cual imaginaba mientras leía la novela, el lugar donde vive Wade, algunos de los mundos que explora e incluso los personajes. La fotografía de la película es sencillamente sublime, es un orgasmo visual si podemos usar palabras altisonantes para describirla y deja muy claro un punto en el cual el libro se basa: es una película futurista donde la imaginación es el limite de lo que queramos crear y creer.

Los efectos especiales son la carta de presentación de esta película y el nivel producción deja claro que no se escatimó al momento de crear no solamente el mundo real, sino todo lo que involucra el OASIS, con mundos conocidos como Nueva York pero con un rediseño enfocado a poder representar una intensa pista de carreras donde el peligro está en cada centímetro, hasta un salón de baile donde la gravedad es la parte vital de esa experiencia musical.

La banda sonora es tal vez de los puntos más fieles al libro de Ernest Cline y es justamente lo que hace que esta película se disfrute mucho más con canciones de la época que nos harán tener una experiencia audiovisual mucho más placentera. Además, las canciones originales creadas por Alan Silvestri se mezclan de manera hermosa con la película, pues también hay que recordar que Silvestri trabajó en la banda sonora de Back to the Future por lo que la “nostalgia” prácticamente la lleva en la sangre.

Ready Player One no solamente es una carta de amor a la cultura de los 80, es también un homenaje a lo que los “millenials” hemos vivido en los últimos años pues las referencias a videojuegos actuales están en bandeja de oro, con Tracer de Overwatch, Master Chief de Halo, armas sacadas directamente de Gears of War e infinidad de elementos que incluso podrías ver la película una y otra vez y seguramente siempre encontrarás nuevas referencias.

Los personajes son prácticamente los mismos de la novela, Sorrento, Halliday, Morrow, Parzival, Art3mis, Aech, Daito y solamente una pequeña diferencia con Sho, que en la novela lleva el nombre de Shoto. Además, tenemos la presencia de otros personajes que no existen tal cual en la novela pero que tampoco se sienten como un relleno innecesario para la película como es el caso de F’Nale, la “matona” de IOI.

El desarrollo de éstos personajes es un poco más completo de lo que vemos en la novela y además el cómo interactúan entre ellos es algo totalmente diferente pues en la película todos trabajan en equipo, mientras que en el libro optan prácticamente por trabajar en solitario. Sin embargo, hay algo importante en esto ¿imaginas ver una película donde tengas que conocer cada uno de los aspectos de los cinco competidores principales? además de que sería sumamente larga y probablemente perderíamos mucha esencia de cada uno de ellos, la película podría ser aburrida.

Ese es mi punto diferencial entre la novela y la película: creo firmemente que si hubiera sido una película enteramente basada en el libro, sería muy aburrida.

Y lo digo precisamente por el argumento del libro: es una aventura que su trama la desarrolla en un videojuego, donde atravesamos por niveles conforme avanzamos en la cacería por el easter egg, pero donde también se tocan temas que podrían ser demasiado cultos como mencionar juegos muy específicos que probablemente nadie conoce. Pero a mi parecer, a pesar de que el libro basa su argumento en el videojuego, al final de todo no es una novela de videojuegos, no es una novela “para gamers” como han llamado muchos, y es justamente lo que Steven Spielberg parece haber entendido perfectamente: sí, los videojuegos son importantes en la novela, pero no son el todo, más bien, son las referencias a series, películas, música, juegos, juguetes y más cosas que existieron en aquellos años y ese es el resultado que vemos en la pantalla, una mezcla bien lograda donde la ciencia ficción, la cultura, los videojuegos, la acción, la música, el amor, la avaricia e lo más importante, la amistad, logran conjugarse en un mismo mundo, en un mismo argumento.

Ready Player One es como volver a ser niño y disfrutar ir a un parque de diversiones, a la feria del pueblo, el recibir un videojuego en Navidad y morir de emoción al encenderlo por primera vez, es una película que no está hecha para una generación específica sino más bien es un mensaje para los que hoy probablemente no conocen ni qué es Atari ni mucho menos en qué videojuego se realizó el primer easter egg. Es una película con una pasión que llega desde los primeros minutos y el resto es como un montaña rusa llena de emociones y con un final que te dejará con una sonrisa de oreja a oreja.

Conclusión

Podría hacer de esta reseña algo mucho más extenso para describir cada una de las escenas que amé y cada uno de los detalles del libro que me hubiera encantado ver, pero también tendría que hacerla llena de spoilers por cada una de las sorprevisvas, agradables y emocionantes sorpresas que llegaron de la mano de Spielberg y del mismísimo Ernets Cline a la pantalla grande.

Ready Player One es una película que causó una serie de momentos increíbles entre todos los que asistimos a la función, desde los gritos de emoción, las clásicas muestra de cariño, las risas por escenas que realmente son graciosas y sobretodo una serie de aplausos al finalizar.

Al final de todo Spielberg nos entrega algo en lo que ya parece ser un experto: una aventura de ciencia ficción donde la nostalgia se encuentra en cada segundo que pasa de la película, donde lo audiovisual se convierte en un viaje entre lo real y lo virtual sumamente hermoso, donde se rompen las barreras y podemos tener un conglomerado cultural masivo que incluso podría llegar a sacarte una lágrima de emoción.

Agradecemos a Warner Bros. Pictures las facilidades para realizar esta reseña.