Windbound

Cuando se trata de juegos existen mil y una formas de poder experimentarlos, algunos por su jugabilidad, otros por su historia, otros por sus gráficos y solo unos cuantos por todos y más aspectos como parte de un todo, como una experiencia que tienes que disfrutar en carne propia.

Eso es algo que los juegos indie tratan de ofrecernos, una experiencia 360 a un bajo costo, tal vez no con las mayores innovaciones, pero buscando siempre marcarte de una forma diferente.

Con Windbound, y como había dicho en mi previo, esa marca ha quedado, aunque no de la mejor forma. Pero, ¿qué tiene para ofrecer este juego independiente que ha dejado su rastro en mi memoria?

Historia

En Windbound damos vida a Kara, una chica que ha sufrido un accidente en medio del mar y que ahora ha quedado varada en medio de la nada y con la única cosa que puede moverse es con su instinto y un barco.

No sabemos nada, literalmente, pero conforme empezamos a aventurarnos en una serie de islas a lo largo de este pequeño pero hermoso océano, vamos descubriendo que Kara tiene una misión, y esa misión parece estar ligada a un cristal que tiene en el cuello.

El juego como tal no cuenta con diálogos ni trabajo de voces que nos hagan comprender de una manera muy clara o normal lo que está pasando en el juego y se limita enteramente a contarnos la trama tanto en las cinemáticas sin diálogos que vemos conforme completamos cada nivel así como también en unas especies de santuarios que se encuentre en algunas islas de cada nivel. Adicionalmente una voz en off nos narra algunos pasajes que tratan de darnos a entender lo que sucede, pero sinceramente todo lo anterior puede no ser suficiente para comprender realmente lo que pasa, tal vez, solo hasta que llegas al final del juego.

El argumento es bello, si logras comprenderlo todo, y creo que esto puede ser un arma de doble filo, ya que al ser un juego de aventura y supervivencia puede que si el gameplay no logra atraparte, entonces ni siquiera tengas la intención de conocer qué es lo que pasa con Kara y todo el misticismo que hay detrás del cristal, las islas, y el mar.

Presentación

El juego tiene un estilo cell shading que se como había dicho en mi previo me recordó muchísimo a Wind Waker y no solo por su arte, sino por otros elementos. La paleta de colores es mayormente de tonos pastel brillantes para darle vida a cada isla que visitamos y sobretodo disfrutar del mar abierto y de un cielo con unas nubes que hasta parecen de algodón. Sin embargo también tenemos contrastes cuando visitamos zonas lúgubres que suelen ser más peligrosas no solo por lo que habita en la isla sino incluso por sus alrededores que pueden provocar que mueras en el intento de llegar.

Tenemos también un clima dinámico ya que no es solo ver el cielo despejado y el sol brillando pues también habrán momentos donde habrán lluvias torrenciales que harán que el mar se agite y por ende sea más difícil navegar. Los transcursos del día a la noche son algo que te invitan a simplemente dejar de remar y quedarte viendo el hermoso atardecer que nos presenta este título.

El diseño de Kara es simplemente hermoso pues creo que el estilo elegido permite que podamos congeniar más con ella ya que a pesar de parecer una caricatura nunca deja de perder ese toque de humanidad que nos identifica. Los escenarios son bonitos pero tal vez el hecho de que sean muy pequeños le quita esa magia a todo el arte al grado que me atrevo a decir que a pesar de que sean generados proceduralmente no parece haber una gran variedad entre las islas más allá de su ubicación o de si aparecen o no en un nuevo run. Los diversos animales que habitan los escenarios están muy bien diseñados con algunos que simplemente son hermosamente peligrosos, pero también existe muy poca variedad lo que provoca que después de enfrentarlo una vez ya no serán un reto cuando te los vuelvas a encontrar.

La música está bastante bonita y placentera, es sin duda una que podría escuchar sin problemas para un día relax en el trabajo, sin embargo llama la atención que cuando estás ya sea iniciando tu aventura hacia mar abierto o ya en plena travesía de repente se sienten unos silencios incómodos, que si bien podría decir es para «disfrutar plenamente el sonido de las olas y el viento», a veces simplemente es eso, incómodo y aburrido.

Windbound tuve la oportunidad de jugarlo en PC y sí llegué a notar algunos bugs principalmente cuando estás subiendo a una plataforma o saltando de un lugar a otro, el típico donde tu personaje se atora o se queda saltando en un mismo lugar, aunque afortunadamente debo decir que lo anterior no impidió que pudiera seguir jugando sin problema alguno. También podría decir que los silencios antes mencionados en la música podrían deberse a un bug, espero, y que todo pueda ser reparado en un futuro parche.

Jugabilidad

La experiencia del juego está pensada para ser jugada una y otra vez. Es un título de supervivencia que afortunadamente ofrece dos modalidades, una enfocada a sobrevivir, y otra donde estaremos enfocados a conocer la trama y explorar sin miedo. La más grande diferencia entre una y otra modalidad es que en la de supervivencia si mueres en algún momento tendrás que reiniciar desde el principio, mientras que en la otra si mueres simplemente harás respawn y no perderás tus ítems ni nada de lo que hayas encontrado hasta el momento.

Al ser un survival la mecánica de juego nos arroja sin nada más que un bote y dependerá de nuestra habilidad encontrar la forma y las herramientas necesarias para sobrevivir, es decir, tenemos que recolectar ítems que nos permitan crear herramientas y objetos para progresar y sobretodo defendernos, pero además tenemos que encontrar alimento ya que de lo contrario perecerás de hambre.

Cada nueva isla te brinda elementos clásicos como hierbas, piedras o palos que puedes obtener simplemente con tus manos, pero también hay otros para los cuales necesitarás fabricar herramientas, por ejemplo para talar un árbol pequeño requieres de un hacha o para cocinar una carne cruda de animal necesitas hacer una fogata y para cualquiera de los dos elementos antes mencionados necesitas materiales para poder fabricarlos que, además, tienen un tiempo de vida pues llegará un momento en que se romperán y deberás fabricar otros.

Conforme progreses el consejo también es que mejores tus armas y objetos, por ejemplo que tu barco inicial ahora sea un barco reforzado de bambú o que incluso puedas colocarle una vela para aprovechar el viento. A veces incluso podrías encontrarte durante la exploración ítems que no puedes usar en ese momento, como pueden ser flechas de acero para las cuales obviamente necesitarás un arco.

Uno de los pilares del juego es la exploración y eso es gracias también a que lo ideal es no quedarte con la primera impresión del juego, es decir, tal vez la mejor forma de jugar sería en el modo supervivencia para que cada que mueras puedas tener una visión diferente de su jugabilidad y así encontrar nuevas formas de mantenerte vivo. La exploración nos invita a ir más allá de donde alcanza la vista pues si bien el mapa en sí puede no ser muy grande las distancias sí lo son y a eso súmale que a veces el viento no juega a tu favor por lo cual ir de una isla a otra puede ocasionar que te tardes más de lo que esperabas.

Algo que sin duda llegué a amar del juego es justamente la navegación pues al inicio puedes pensar que es aburrida ya que nada emocionante pasa, pero conforme avanzas o completas la primera zona llegas a un momento en el cual hasta las aguas más tranquilas pueden ser letales y si tu barco no está preparado porque pensabas que no era necesario, ten por seguro que vas a lamentarlo.

Conclusión

Windbound es sin duda una experiencia que merece ser jugada. Es de esos títulos que con decir poco, dicen mucho, y con el cual cada jugador puede o no tener una experiencia personal muy diferente de otro. 

Su jugabilidad nos invita a retarnos a nosotros mismos, y aunque tiene sus detalles y sinceramente a veces puede parecer demasiado monótono, sería bueno que en lugar de quedarte con un estilo de juego relajado te atrevas a matar a ese extraño leopardo que está merodeando o que encuentres el lugar más recóndito del mapa, quien sabe, podrías llevarte una sorpresa.

Agradecemos a Deep Silver las facilidades para realizar esta reseña.