We Happy Few

La felicidad es sin duda un sentimiento que toda persona y ser viviente en el mundo disfruta, y ésta puede venir de cosas tan insignificantes como comer un taco, o incluso comprarte una casa. Es sin lugar a dudas un sentimiento que nunca quisiéramos dejar de tener, pero ¿qué pasaría si realmente pudiéramos tener la oportunidad de ser felices para siempre?

Entonces, sean bienvenidos a Wellington Wells.

Historia

We Happy Few se desarrolla dentro de una línea de tiempo alternativa, derivada de una versión de la Segunda Guerra Mundial en la que Estados Unidos no se unió a los Aliados, dejando al Reino Unido para defenderse solo de las fuerzas alemanas. La Batalla de Gran Bretaña finalmente se perdió en Alemania, lo que permitió a los nazis ocupar todo el país. La mayoría de las fuerzas voluntarias de la Guardia Nacional se volvieron cómplices en ayudar a los alemanes, y solo unos pocos intentaron resistir.

En algún momento durante la ocupación, la población de la ciudad de la isla de Wellington Wells hizo lo que consideraron una «cosa muy mala» que causó que la ocupación alemana abandonara voluntariamente su isla, permitiendo que los ciudadanos británicos vivieran libres. Sin embargo, las repercusiones dejaron a los ciudadanos con una inmensa angustia y culpa por sus acciones, lo que llevó a la invención de una nueva droga alucinógena llamada «alegría», que suprime todos los recuerdos infelices y deja al consumidor en una euforia inducida químicamente y que afecta incluso el cómo perciben su entorno. Esta especie de droga dura solamente un momento durante el día y sus muchos efectos secundarios incluyen adicción, pérdida de memoria a corto plazo, pérdida de apetito, alucinaciones y ser susceptibles a la manipulación.

Para bien o para mal, algunos de los habitantes de Wellington Wells han desarrollado cierta inmunidad a la droga, lo que nos lleva a conocer a nuestro primer protagonista Arthur Hastings, quien en un inicio trabaja en un diario y es básicamente quien define qué noticia es buena y cual mala para la comunidad, algo así como la censura, algo que ni en México ni en alguna parte del mundo existe claro está… (sarcasmo).

La campaña del juego nos llevará a conocer a tres actos, protagonizado por tres personajes diferentes, el antes mencionado Arthur, Sally Boyle y Ollie Starkey. Cada personaje tiene una historia que contarnos y sus motivos para evitar consumir la droga y “ser felices para siempre”. El hecho de tener tres protagonistas hará que el juego sea mucho más largo en duración, y además nos permite conocer aspectos diferentes del mundo que habitan.

Presentación

Sin embargo, a pesar de contar con una historia interesante y que se desenvuelve bien a lo largo de su duración, hay algo, o más bien un conjunto de cosas, que hacen que disfrutes mucho menos We Happy Few, y es básicamente el rendimiento del juego.

Caídas de cuadros por segundo, pantallas de carga eternas, pantallas de carga incluso entre zonas relativamente pequeñas, personajes que atraviesan paredes, voces que se atoran y se distorsionan en algún momento del juego, e incluso cinemáticas desfasadas y hasta algunas interacciones que, en lugar de ser con personajes, son con paredes o objetos del juego, y de nuevo, debido al rendimiento.

Sinceramente pensaba que el juego mejoraría en las primeras semanas desde su lanzamiento, y de hecho tuvo un parche apenas hace un par de días, sin embargo, pareciera que el parche en lugar de corregir, terminó empeorando las cosas, y es lamentable que a pesar de haber tenido un Early Access hace dos años, la gente de Compulsion Games no haya podido arreglar detalles que estuvieron desde aquel inicio de pruebas.

Dejando a un lado lo negativo, debo admitir que el diseño de arte del juego es muy bueno, el universo alterno que se ha creado es interesante, sobretodo porque deja a un lado un poco la realidad, y nos lleva a un mundo donde las cosas son realmente hermosas, siempre y cuando estés bajo los efectos de la droga “alegría”. En este contexto, We Happy Few se desarrollada en dos universos alternos, aquel que aprecias bajo los efectos de la droga y que resulta colorido, bonito, con música divertida y personajes realmente amables, y el otro que básicamente es la realidad después de que se acabó la “alegría”. La realidad es todo lo contrario, un mundo opaco, violento, pero sobretodo triste, un lugar donde realmente te das cuenta de que “el león no es como lo pintan”.

Esos cambios dinámicos en la paleta de colores son muy interesantes para mi, me encantó como se manejó este cambio de realidades y cómo se complementa con la banda sonora que se reproduce entre ambos, además de aquellos efectos que se aprecian cuando estás en el “limbo”, es decir, el punto medio entre estar, o no estar “alegre.”

El diseño de personajes es bueno, ad hoc a la época en la que se enfoca el juego, con aquellos atuendos de la moda pasada. Existe un modelo sin embargo que parece ser el mismo para todos, no esperes ver decenas de personas diferentes, pero tampoco te toparás con el mismo personaje dos veces en tan corta distancia, salvo que sean enemigos ya identificados como los doctores o los policías.

El diseño de niveles es pequeño en relación a cada una de las ubicaciones que exploraremos. Este es un título de acción aventura totalmente lineal donde la exploración queda relegada, y principalmente se nota a leguas cuando te encuentras en alguna ciudad, pues las calles casi nunca te permitirán salir directamente al bosque por ejemplo. Hablando también de lo anterior, el diseño de las ciudades parece repetirse aunque también se nota cuando estás en una ciudad abandonada, o en la capital.

Los menús son fáciles de navegar y de entender. We Happy Few nos brinda un árbol de habilidades sin tantas complicaciones para que en lo único que tengas que enfocarte es en conocer la historia, y claro, tratar de no morir en el intento.

Mención especial al trabajo de voces del juego, me encantó la personalidad impregnada a cada uno de los personajes a través de la vocalización. El juego también se puede disfrutar con subtítulos en español (y otros idiomas) aunque realmente tuve problemas de desfase con éste y por ello opté principalmente por el inglés.

Jugabilidad

We Happy Few como mencioné entra en el género de acción aventura, es un juego lineal donde debemos resolver una serie de misiones para poder avanzar en la campaña. Básicamente tendremos que ir del punto A al punto B para poder completarlas, y en el transcurso probablemente nos toparemos con algunas misiones secundarias.

El juego nos invitará a conocer la historia de cada uno de los protagonistas y el cómo se entrelazan entre ellos. Conforme avancemos en el cumplimiento de las misiones principales se nos presentarán una serie de recuerdos para conocer el pasado de los protagonistas y el cómo llegaron a estar donde se encuentran ahora.

El juego se basa prácticamente en el correcto uso de la “alegría”, la droga que es obligatoria en Wellington Wells y por lo cual todos los ciudadanos deben consumirla, sin un límite establecido, lo importante es siempre ser feliz. Sin embargo, nosotros resultamos ser aquellos que han desarrollado cierta inmunidad a la droga, por lo que podremos andar por las calles sin consumirla, salvo que sea necesario por ejemplo para atravesar algún filtro que detecte en automático si no has consumido la píldora, o bien incluso para entrar a algún edificio de gobierno o hablar con cierto personaje.

Es importante decir que el uso de la droga está controlado para nuestros personajes, el abuso de ella puede ser peligroso y obtener una sobredosis, lo que causaría una pérdida de memoria. Lo ideal es tratar de consumirla solamente cuando sea necesario, no más. También hay que mencionar el antes citado “limbo”, un estado entre estar y no estar drogado que ocasiona que los policías, los doctores e incluso la gente detecten que estás en un estado inconveniente, y como no has consumido la droga, te verán como un enemigo e irán tras de ti.

Y justamente hablando de eso, en We Happy Few tienes que tener en cuenta una serie de cosas para no ser considerado un enemigo o no llamar la atención de extraños, por ejemplo, debes usar la ropa adecuada si vas a una ciudad capital, o incluso si te vas a colar a una fiesta privada. A su vez no puedes correr o saltar en las calles pues si la gente te ve te catalogará como “diferente” y por ello, como un enemigo. Tampoco deberías entrar a zonas prohibidas, ya que si algún policía te ve, bueno ya sabes. Otro dato importante es ser consiente del toque de queda, pues al caer la noche y hasta que salga el sol, está prohibido recorrer las ciudades, y bueno, deberás pulir tus habilidades de sigilo si es que quieres andar por ahí.

Cada misión terminada nos dará puntos de habilidad los cuales podremos utilizar en el antes mencionado árbol, y que están divididas por ejemplo, en obtener mayor vida, curarte mejor, causar mayor daño cuando peleas e incluso llamar menos la atención, es decir, que en algún momento podrías correr o saltar por donde quieras y la gente simplemente te ignorará.

En cuanto al combate, no es algo a lo que debas recurrir dentro de We Happy Few, debido a que en teoría es un juego enfocado más al sigilo, es decir, hacer todo sin llamar la atención, sin embargo también llegarán momentos donde no tendrás otra alternativa. Nuestro personaje podrá usar sus puños para defenderse e incluso algunos objetos como palas, hachas o macanas, aunque éstas también tiene cierta durabilidad y después del uso eventualmente se romperán. Cada protagonista es bueno en algo, por ejemplo Arthur Hastings está equilibrado y es experto en la elaboración de armas; Sally Boyle es experta en esconderse y elaborar brebajes químicos y Ollie Starkey es fuerte en luchas cuerpo a cuerpo y en la elaboración de poderosos explosivos.

Es recomendable evitar en lo medida de lo posible el combate, debido a que los enemigos son relativamente más fuertes que tú e incluso a veces te atacan en grupo. Por ejemplo, si te la pasas corriendo en la ciudad, cuando no deberías, tanto la policía como los ciudadanos irán tras de ti y bueno… solo te queda intentar escapar, no sin antes medir la estamina que te queda y te funciona tanto para correr, como para atacar.

Sumado a todo lo anterior, al final cada personaje es un ser humano, y debido a ello tendrá que comer, tomar agua e incluso dormir. Al ser alguien «diferente», tendrás que encontrar los alimentos en donde te sea posible, incluso en la basura, y eso además puede causarte problemas, por ejemplo si comes un alimento podrido, si bien te quitará el hambre, podría causarte un malestar estomacal y tendrás que ingerir una bebida para lograr vomitar. A su vez si consumes agua de la ciudad, ésta contiene la droga, y pues básicamente estarás drogado por un rato. También podrías beber alcohol en lugar de agua, pero por cierto tiempo estarás borracho.

Otro de los apartados es el crafting que nos permitirá fabricar armas, ropa e incluso vendajes o medicinas para curarnos cuando sea necesario. También es recomendable encontrar los escondites oficiales en los cuales podrás dormir sin problema alguno y lograr recuperarte del cansancio, así como puntos de vida, estamina, entre otros, aunque claro esto podría causar que te de hambre y para lo cual tengas que ingerir los debidos alimentos.

Como mencioné el juego también cuenta con misiones secundarias, que si bien no son obligatorias, nos ayudarán a conocer otras perspectivas del cómo es la vida en Wellington Wells.

Conclusión

We Happy Few es un juego muy sólido en cuestión de contenido, mecánicas de juego y argumento, pero todo lo bueno que tiene se ve muy opacado por un pésimo rendimiento. Desconozco si aplica igual para PS4 y PC, pero al menos la versión de Xbox One es lamentable.

Es un juego que a pesar de eso, merece mucho la pena jugar, y que demuestra la pasión que han entregado los chicos de Compulsion Games, pero tal vez esta ocasión la avaricia por hacer algo muy grande, les ganó.

Agradecemos a Gearbox Publishing las facilidades para realizar esta reseña.