Tom Clancy’s Ghost Recon Wildlands

2015 fue el año en el que conocí Tom Clancy’s Ghost Recon Wildlands. Al estar en la conferencia de Ubisoft, fue uno de los momentos más emocionantes al poder presenciar este anuncio de un juego que pretendía cambiar las mecánicas de mundo abierto y llevarlo a nivel más cooperativo con tus amigos.

Tom Clancy’s Ghost Recon Wildlands ya está disponible, y con ello, la exploración en Bolivia y el intento de las fuerzas especiales, también conocidas como Ghost, por acabar con el Cártel de Santa Blanca han iniciado, pero ¿qué ha hecho realmente bien este juego en pro de nosotros, los jugadores?

Historia

Bolivia ya no es la misma, las drogas se han apoderado del país que no solamente ha traído riquezas a quiénes menos imaginaste, sino que además, esas riquezas se han encargado de comprar a mucha gente, incluyendo a la policía.

Pero un grupo denominado como Ghosts, del cual formas parte, deberá desactivar las operaciones del cártel de Santa Blanca, romper alianzas entre los capos y el gobierno corrupto y salvar a la población Boliviana de la crueldad de El Sueño, el líder del cártel de Santa Blanca.

¿Qué es entonces lo que argumenta este juego de mundo abierto? Una realidad que vivimos en nuestro lindo y hermoso México, con la diferencia de que aquí no hay un equipo de Ghost que realmente haga algo por acabar con un «mal necesario» en nuestra tierra amada.

La realidad, la historia de Tom Clancy’s Ghost Recon Wildlands, parece ser más mera propaganda que un argumento real, o tan siquiera convincente, para ser sinceros, sentía que estaba jugando Far Cry 4 durante muchos momentos, y es que ahí prácticamente tenemos el mismo esquema: un líder que ha comprado a las personas «encargadas» de proteger a la población, con la diferencia de que en Wildlands, debemos pasar por una inmensa lista de jefes del narco hasta llegar al gran líder, El Sueño.

Y es que además, las misiones secundarias realmente se sienten más «una obligación» que algo «necesario» para entender o seguir la trama del juego, pues desde un inicio sabes cuál es tu misión, más sin embargo no te dicen que para lograrla, deberás pasar por muchas «trabas» para llegar al final.

Presentación

En cuestión gráfica, Tom Clancy’s Ghost Recon Wildlands no tiene nada que pedirle a otros juegos, se nota el trabajo artístico del equipo creativo pues la tierra boliviana luce realmente hermosa. Las cinemáticas del juego también lo son y ayudan a intentar transmitir el mensaje, pero nuevamente parece que no logra hacerlo de una manera tan clara como esperaríamos. Sabemos que debemos matar a El Sueño, pero es todo, no sabemos más allá, o tal vez no es la intención que lo sepamos.

Musicalmente hablando ofrece efectos de sonido ya clásicos, hacen que sientas que estás en una guerra, pero pareciera una guerra que termina siendo un chiste. Sí, las armas funcionan bien con el audio, pero es todo, pues hablando del manejo de éstas, otro cantar es, pero abordaré más sobre esto en párrafos posteriores.

La historia de Wildlands está plagada de misiones del tipo «mata a este», o la clásica «destruye esto para debilitarlo» pero realmente no siento que te dejen ver la personalidad (si es que la tiene o la tuvo) del enemigo principal, y es que en lo personal creo que he aquí donde radica el mayor problema: los enemigos no tienen una personalidad, no la transmiten.

Y es que abordando en este tema de la personalidad, desde que inicié el juego sentí el problema: a pesar de que personalices a tu personaje, éste no tiene una «presencia» en el juego, ¿a qué me refiero? A pesar de elegir un personaje mujer, la IA y los diálogos del juego no eran acorde al género del personaje que había elegido, o sea, a pesar de ser una mujer, digamos que me seguían tratando como hombre…

Claro está, la personalización es bastante amplia, permitiendo elegir una razonable variedad de objetos desde el inicio, con otros más a desbloquearse conforme avances en el juego. Esto hace que te sientas en total libertad de poner o quitar diversos objetos y/o aspectos del personaje, pero vamos ¿donde queda la personalidad proyectada en el juego?. Creo que eso, debería ser importante y por lo visto no lo fue.

Jugabilidad

Uno de los puntos más fuertes de Wildlands es sin duda la mecánica de mundo abierto a cuatro jugadores. Ubisoft nos ofrece la posibilidad de jugar todo el título de manera solitaria controlando a los tres personajes por medio de la IA, aunque si lo prefieres también hacerlo con tres amigos, lo cual sería lo ideal claro está.

¿Por qué digo que es uno de los puntos más fuertes? Porque bueno, jugando solo, puedes controlar a los tres compañeros para que a tu señal, le disparen a diferentes enemigos al mismo tiempo, cubriendo así un rango de la zona marcada más amplio, lo cual se traduce en una misión más fácil y en la que probablemente no acabarás muerto. Pero lo mejor es, que literalmente puedes dejar «que lo hagan todo ellos» y tú solamente encargarte de señalarles los objetivos e ir por «el pez gordo».

Obviamente esto es mucho mejor jugando con amigos pues cada quién puede planear una estrategia diferente para llegar al punto de quiebre y lograr con éxito la misión. Claro está que todo juego de mundo abierto propone locura, por lo que si quieres echar fiesta y armarte con el arsenal completo para atacar, estarás en todo tu derecho, aunque no te aseguro que resulte exitoso, pues la IA funciona muy bien cuando se trata de defender, especialmente la policía y todo el arsenal que también maneja.

Wildlands es un juego que «juega» a ser militar, pero también juega a ser muchas cosas. Hay explosiones, acertijos, táctica, coordinación, pero todo esto termina convirtiéndose en un Frankenstein extraño, pues cae en lo repetitivo, en un ciclo que crea la ilusión de que avanzas, de que cada bala que dispares te acerca un poco más a El Sueño, pero nada realmente en el mundo cambia cuando haces algo por la causa, por intentar liberar a Bolivia.

Entonces ¿qué es lo que realmente debes hacer en Wildlands? Lo único en lo que parece terminar el juego: disparos. A todo lo que se mueva y a lo que no, y es que sí, es divertido disparar a todo, eliminar enemigos, tirar helicópteros con una metralleta cualquiera, pero al final regresa a lo mismo, y lo mismo, y lo mismo… un juego que termina siendo repetitivo y hasta a veces, sentirse muy forzado a que hagas todas las misiones secundarias.

Como mencioné, muchas veces Wildlands me recordó a Far Cry 4, con la diferencia de que en este último sí se sentía una progresión al hacer las misiones, sí notabas un pequeño cambio en el mundo. Sumado a esto, Wildlands tal vez debió seguir el ejemplo del sistema némesis de Shadow of Mordor el cual realmente mostraba un avance con cada misión que hacías o cada «jefe» que eliminabas, por el contrario, Wildlands no ofrece más allá de nuevas pistas por descubrir, que te permitirán seguir la pista de los siguientes en la lista camino hacia El Sueño, que de igual manera a veces parecieran ser meramente relleno.

Y por último, mencionar el sistema de habilidades. Sí, está padre que puedas desbloquearlas todas de manera fácil, más sin embargo, nuevamente cae en la traba de tener que hacer misiones secundarias para poder mejorar una de las habilidades. En serio, querer obligar a los usuarios a hacer algo que muy probablemente no quieren, no es una opción.

Conclusión

Tom Clancy’s Ghost Recon Wildlands pudo hacer grandes cosas, y no es que las haya hecho mal, pero simplemente tal vez debió tomar los mejores ejemplos que tenían enfrente y no cometer los errores de siempre. Me quedo con la experiencia de un mundo abierto cooperativo que te permite hacer todo, sin hacer nada prácticamente, por el hecho de un gran control sobre la IA cuando juegas en solitario.

Este escrito representa únicamente la opinión de su autor y no necesariamente la del equipo de Versus.

Agradecemos a Ubisoft las facilidades para realizar esta reseña.