Shenmue III

Después de muchos años de la última entrega de la franquicia y tras varias complicaciones, Shenmue finalmente está recibiendo la conclusión a una franquicia que se remonta a un par de décadas.

Pero después de tanto tiempo, ¿ha valido la pena?

Historia

Shenmue III inicia justo donde la segunda parte del juego terminó en 2001, cuando Ryo y Shenhua se encuentran en una cueva aprendiendo más sobre los poderes aparentemente mágicos de los espejos de los cuáles aprendió a lo largo de la segunda parte de la franquicia.

El juego nos llevará precisamente a vagar por todos los próximos lugares que Ryo y Shenhua deberán recorrer para conocer no solamente los problemas que acechan dichos lugares, sino también para que finalmente Ryo pueda enfrentar al asesino de su padre, y claro, cobrar venganza.

Shenmue III es un juego totalmente pensado para fans al grado que muchas de las cosas que hizo y que en su momento fueron un parteaguas en la industria, 20 años después ya son algo recurrente en los juegos AAA. La historia nos llevará a preguntar a cada persona posible en el mundo si conoce de pura casualidad algo de lo que estamos investigando, y con suerte nos dirá que conoce a alguien que podría ayudarnos, pero de lo contrario, tendremos que seguir explorando.

Es un juego donde no existen peleas intensas y de hecho la acción no es algo primordial en este título, sino se trata más bien de realmente aprender la trama y esperar a que los momentos clave ocurran.

Podría incluso decir que es un juego lento en su argumento si tú eres de los nuevos en la franquicia, pero si eres alguien que ya ha jugado los títulos anteriores, sin duda amarás que todo lo que hizo famosa y valiosa a esta franquicia prácticamente siga igual.

Presentación

Visualmente el juego luce bastante bonito con un mundo abierto para explorar por cada rincón, aunque tampoco esperes ver mundos tan grandes como el monstruo de Red Dead Redemption 2, sino algo que, a pesar de no ser tan enorme, ofrece vida y vistas interesantes en cada rincón.

El juego presenta un diseño en 3D en todo su esplendor, con un buen cuidado en los detalles tanto para los personajes como para cada escenario que visitamos. Puedes recorrer sin problema la travesía desde la casa de Shenhua hasta la plaza principal del pueblo y tener un poco de paz mientras a la par ves el atardecer desde las montañas. Es una experiencia visual muy bonita, que realmente te da esa idea de estar explorando un pueblo chino, pero que también tiene detalles que saltan a simple vista.

Un ejemplo de las cosas raras que pasan en el juego son las expresiones de los personajes que aveces simplemente no logran transmitir esos sentimientos que expresan los diálogos al grado que podría ocasionar que no te creas lo que realmente pasa. Otro punto que sí me causó molestia es el movimiento extraño de la cámara en las cinemáticas, pasando de enfocar la parte superior de ambos personajes en la plática a simplemente enfocar la cadera o tener paneos hacia otros lados donde no había nada que ver más allá de por ejemplo, la esquina del cuarto donde ocurría el diálogo.

El menú es también algo que digamos «no ha sabido envejecer» pues la navegación no es tan intuitiva como esperarías en un juego hoy en día, ni en el inventario que además cabe destacar las letras son tan pequeñas que para un débil visual como yo le causa problemas, ni siquiera en el diario que Ryo carga para anotar todas y cada una de las cosas que le suceden.

La música es bastante bonita debo admitir y creo que es lo que más disfruté del juego. El trabajo de voces es impresionante en el número pues literalmente cada persona que habita en Shenmue III puede interactuar contigo y siempre tendrán cosas diferentes para decirte, dependiendo claro de lo que estés haciendo en el momento en que te acerques a ellos. Sin embargo, hay muchos actores que parecieran no impregnarle el suficiente amor que la franquicia necesita. Otro punto es por ejemplo la falta de concordancia entre lo que dicen los personajes y lo que aparece en los subtítulos, que no siempre son 100% iguales.

En cuestión de las cinemáticas, existen algunas que de plano no se pueden saltar y llegan a ser súper aburridas, por ejemplo, cada que Ryo sale de la casa de Shenhua y ésta sale para decirle al primero «que te vaya bien«. Literalmente. También podemos ver cierta caída en la calidad de las cinemáticas cuando de repente salen las puntas de sierra o texturas que no cargan bien, algo que llama la atención para un juego que tuvo gran apoyo por parte de los fans y que tal vez no debería cometer esos «pecados».

Jugabilidad

Shenmue III es un juego de acción y aventura, aunque más enfocado a éste último. No es un juego donde tendrás que asesinar a miembros de la mafia. No es un juego donde tendrás que entregar paquetes. Tampoco es un juego donde montarás un caballo a lo largo y ancho del mundo.

Es un juego de caminar, investigar y hablar, hablar demasiado con la gente que te rodea.

A lo largo del juego tendremos que ayudar a Ryo a encontrar al asesino de su padre. Pero también tenemos que ayudar a los aldeanos a combatir a los malhechores. También deberemos investigar el paradero del papá de Shenhua. Y sobretodo, tendremos que entrenar bastante si es que queremos salir victoriosos en las batallas que tengamos.

La mecánica principal del juego es justamente platicar con todos los personajes que nos encontramos en el juego. Por ejemplo, necesitamos encontrar a unos malhechores que han estado causando estragos a los escultores de piedra del pueblo y para identificarlos tendremos que recurrir a los habitantes de la plaza principal, quiénes a su vez nos dirán que seguramente en una zona de juegos de azar podríamos encontrar más información pero al llegar ahí nos dirán que la persona que tiene dicha información llega hasta las 7 de la tarde al lugar por lo cual tendremos que esperar a dicha hora. La cosa no terminará ahí pues una vez sepamos quién puede identificarlos plenamente, tendremos que ganarle una pelea, y solamente sí le ganamos, nos dirá.

La mayoría de las misiones siguen ese mismo estilo, preguntar por alguien para ir a otro lugar y preguntar por alguien más. Es una mecánica que puede resultar muy aburrida para muchos que esperan muchísima más acción, y no es que Shenmue III no tenga acción, sino que ésta solo ocurre cuando los golpes son la única opción para poder conseguir lo que queremos.

Es interesante también todo que te propone hacer el juego pues no solo es hablar con la gente, a veces tenemos que incluso jugar a las escondidas con los niños para que uno de ellos nos diga donde encontrar a cierta persona o si te ves muy dadivoso encontrar el juguete perdido de uno de esos pequeños y devolvérselo. ¿Estás cansado de andar preguntando qué hacer? también podrás ir a pescar o cortar leña para ganar un poco de dinero, o ya de plano ir a entrenar para mejorar tus habilidades de pelea.

Shenmue III no es un juego «como cualquiera», pero tampoco es algo que puede lograr atrapar a cualquier público. Es definitivamente un juego pensado para fans y que realmente están interesados en conocer la conclusión de la historia, que, desafortunadamente, se siente un poco apresurada después de la primera mitad.

Hablando un poco de las batallas éstas también requiere de cierta estrategia pues no solo es presionar botones al azar y soltar puñetazos. Es un juego donde tienes que cuidarte más de los golpes del contrincante y pensar bien el momento exacto para contraatacar debido a que un mal paso simplemente te hará perder la pelea puesto que existen enemigos que podrían incluso noquearte con tres o cuatro golpes.

Las mecánicas de pelea están bien, pero tampoco creo que sean muy claras en cuestión de qué hace cada ataque y cómo puede beneficiarte o perjudicarte. La distribución de los botones no fue de mi especial agrado e incluso después de varias horas de juego me era un poco confuso saber qué botón presionar para ver el menú, cuál para acceder al itinerario y cual para fijar la cámara que me permite ver a un lugar exacto y solo así poder agarrar el ítem que está en el piso.

Conclusión

Shenmue III es un juego muy bonito a nivel visual y sonoro, pero que desafortunadamente no supo mejorar su jugabilidad para lo que los gamers de hoy en día quieren, algo que por ejemplo el demo de Final Fantasy VII Remake sí me demostró en los pocos minutos que lo jugué o también como lo hizo Capcom con el remake de Resident Evil 2.

Si eres un fiel seguidor de la franquicia es un juego que no te puedes perder, pero si es tu primer acercamiento, definitivamente lo mejor sería primero jugar los dos juegos predecesores para poder entender el amor que se le tiene y sobretodo saber a qué te enfrentas, antes de llevarte una decepción que tal vez pudiste evitar.

Es un juego que pudo ser una obra maestra… hace diez o quince años.

Agradecemos a Deep Silver las facilidades para realizar esta reseña.