Wolfenstein: Youngblood

La franquicia de Wolfenstein se ha convertido en un punto de referencia en los shooters, aunque difícilmente logrará competir contra Doom, al menos hablando de las mismas licencias que publica Bethesda.

Y sin embargo aquí estamos, con una nueva entrega de la franquicia protagonizada por Nazis que en esta ocasión nos pone en el papel de las hijas de B.J. Blazcowickz y Anya Oliwa, conocidas como Jessica y Sophia Blazcowickz.

¿Listo para matar más Nazis?

Historia

Wolfenstein: Youngblood continúa los hechos que vimos en Wolfenstein II: The New Colossus, durante la década de los 80s donde París continua estando ocupada por los Nazis y misteriosamente el padre de las gemelas ha desaparecido sin dejar rastro alguno.

Ante la aparente negación del FBI de ir en busca del padre de éstas, ambas chicas deciden viajar a Francia en la búsqueda y rescate de su padre, y aunque parece que no están preparadas para dicha aventura, por algo son hijas del badass Blazcowickz.

La verdad es que la historia es un poco aburrida y le pierdes el hilo al poco tiempo, de hecho es tan típico el argumento que incluso puedes ir prediciendo lo que sucederá conforme avances en los cut scenes.

Al final, Youngblood es un spin-off de la franquicia original, pero tal vez les hizo falta ponerle más sazón a la comida para realmente engancharnos con las gemelas, y más allá de querer meterlas a la acción de una vez por todas, pudiéramos conocer un poco más de ellas en sí, y no que todo termine girando nuevamente alrededor de su padre.

Presentación

El juego nos lleva a una época ficticia donde París ahora es conocido como Neu-París, que si bien históricamente si fue ocupada por los Nazis, en este mundo tenemos no solo Nazis, sino también robots, drones y mucha más tecnología que obviamente en los 80s del mundo real aun no existían. Sin embargo, a pesar de estar en París, no existen elementos que realmente te hagan sentir en dicho lugar, es como si estuviéramos recorriendo cualquier otra ciudad de Europa, y eso tal vez le quita un poco de “realismo”.

Por lo anterior, el diseño de niveles no es nada del otro mundo. Recorremos partes de la ciudad y a su vez los interiores de las casas, laboratorios y cuarteles que están llenos de cuartos y sobretodo de loot y coleccionables que puedes obtener a lo largo de la campaña. Los detalles en cada interior y exterior están bien, pero de nuevo, nada del otro mundo.

El diseño de enemigos sigue siendo similar a lo que hemos visto en la franquicia a lo largo de los años, con humanos vestidos como soldados y hasta súper humanos con integraciones parte máquina al cuerpo que les brindan más resistencia y poder. Además tenemos robots tipo perros y tipo mechs que significan casi el peor peligro que enfrentarás y a los cuales no podrás simplemente llegar como Juan por su casa y balear, pues morirás prácticamente al instante. Los artes son buenos, pero definitivamente destacan más los que se refieren a los robots.

Las hermanas Blazcowickz tienen una buena presentación, aunque realmente no logré encontrar el parecido que normalmente tienen unas gemelas. Su diseño está bien realizado pero el nivel de detalle en ellas parece haberse omitido, pues elementos como el cabello y las facciones de la cara son realmente tétricos y muy poco “humanos”. Lo mismo sucede con el diseño de los otros personajes que las chicas van conociendo a lo largo de su aventura, que los convierte en más personajes inanimados, exceptuando a Abby, la amiga de las hermanas, cuyo diseño es aun mejor que el de las protagonistas.

La música es ambiental y ad hoc a la temática, pero nada para destacar. Los efectos de sonido se enfocan principalmente en las armas y en otros elementos como los robots, pero tampoco es algo que no hayamos visto hasta ahora. Por otro lado el trabajo de voces es bueno, aunque el guión otorgado para las hermanas no ayudó mucho a reforzar ese lazo que tienen.

Adicionalmente tenemos un número decente de armas tanto como las que usan los enemigos y que algunas de ellas podemos tomar prestadas por cierto tiempo, así como las que las protagonistas tienen, mismas que pueden ser mejoradas y personalizadas con las monedas in-game. También contamos con diversos trajes para que las hermanas vistan, sin embargo éstos ya están predeterminados, limitando así el apartado de personalización.

Desafortunadamente el juego tiene grandes problemas de rendimiento, desde bugs raros, personajes atravesando paredes tanto vivos como muertos, caídas de cuadros por segundo realmente preocupantes y otros más que hasta cierto punto si bien eran divertidos, en algunas ocasiones sí lograron arruinar la experiencia de juego.

Jugabilidad

Como ya estamos acostumbrados, Youngblood pertenece al género del FPS, sin embargo, la apuesta por este spin-off va hacia el cooperativo, es por eso que tenemos dos personajes para elegir. Desde que inicias la campaña puedes elegir si juegas con Jessica o Sophia, aunque al final lo único que cambia es meramente la apariencia, no las habilidades ni las armas con las que juegas.

Una vez elijas a tu personaje toda la campaña la jugarás en compañía de la hermana que no hayas seleccionado, que digamos tendrá el rol de soporte en cierta manera pues será quien te cubra las espaldas a veces o cubra otra zona en la cual hay enemigos, así como también será quien se encargue de curarte en caso de que estés moribundo.

El juego es cooperativo como dije, entonces la idea principal es que lo juegues con un amigo o incluso con alguien al azar, por lo cual se permite que el jugador elija si quiere invitar a alguien a su partida desde el principio, sea conocido o no, o simplemente dejarla para que se una en algún momento o ya de plano jugar privado y evitar que alguien arruine tu juego. Para lo anterior se sacó una versión especial de venta que incluía un buddy pass que básicamente te permite “prestarle” una licencia de juego a un amigo y así puedan jugar juntos, independientemente si tu amigo no adquirió el juego.

La parte mala, es que al final el apartado cooperativo se siente forzado, pues lo único para lo cual realmente tienen que cooperar los jugadores es para abrir puertas, literalmente, pues juegues con la inteligencia artificial o con un amigo, el único momento crucial es el abrir puertas para acceder a otras zonas. Fuera de eso, claro está, ambos pueden ayudarse para eliminar las diferentes amenazas que surgen a lo largo de la partida, principalmente los robots que suelen ser los más difíciles de matar, pero de nuevo, no es algo que realmente requiera la ayuda de una persona adicional, por lo cual siento que el cooperativo fue desaprovechado.

Y hablando justamente de la inteligencia artificial, solo puedo decir que es horrible. En cualquier dificultad que juegues la inteligencia artificial carece totalmente de inteligencia, si bien si logra eliminar a los enemigos, también parece querer fungir como escudo humano pues a veces simplemente se queda parada frente al enemigo recibiendo bala tras bala que incluso me hizo pensar que era todavía más inmortal de lo que yo creía que era.

Para rematar, cuando se trata de revivirte, en ocasiones simplemente me ignoró a pesar de estarla “llamando” a través del botón que en teoría sirve para eso, y prefería simplemente seguir disparando a los enemigos mientras fungía como escudo humano, situaciones ante las cuales la única opción viable era sacrificar una vida y luego ir por ella para revivirla y obtener un game over. Lo anterior podría no ser fastidioso, sino fuera porque las vidas de ambos personajes son compartidas, o sea que si una muere, esmás probable que cause una muerte grupal y por ende pierdas una vida conjunta, pero eso a veces te fuerza a proteger primero a la IA que a ti mismo.

Como dije anteriormente el juego nos permite una amplia personalización en el apartado de las armas para cambiar tanto su aspecto físico como los elementos que conforman cada una de ellas, dándoles más poder, velocidad o certeza. Además tenemos diversos coleccionables como cintas de audio o notas que pueden contener códigos para desbloquear cajas de seguridad regadas por el mapa y bien escondidas, pero que si logras abrir, te recompensarán con ítems valiosos para la partida.

Conclusión

Wolfenstein: Youngblood es una entrega decente para la franquicia y un primer paso un poco aceptable para los spin-off del que seguro, no será el primero ni el último.

Definitivamente no es el mejor juego de Wolfenstein, pero si tienes alguien con quien echarte la campaña y poder disfrutar de matar nazis, sin duda debes probarlo, pues probablemente el humano será más inteligente que la IA del juego.

Agradecemos a Bethesda Softworks las facilidades para realizar esta reseña.