Ni no Kuni: Wrath of the White Witch Remastered

Level-5 siempre ha tenido ideas muy interesantes en sus juegos, principalmente en los JRPG, aunque no siempre han funcionado de la manera que desean, algo que encontramos en White Knight Chronicles, un título con ideas fantásticas pero que al momento de jugarlo, quizá no funcionó de manera que uno quisiera.

Hace muchos años, durante la época del PlayStation 3, salió una película que se volvió cultura general aún en México, algo que es raro dado que era una película que muchos llamarían anime, y hablo de El Viaje de Chihiro, un título realmente bueno y que cualquiera que no la haya visto debería de ver. Fue durante esa época que Level-5 anunció una colaboración con Studio Ghibli, el mismo estudio que creó esa película y muchas otras increíbles como El Castillo Flotante de Laputa, El Castillo Vagabundo de Howl y Mi Vecino Totoro.

El resultado fue un JRPG con el mismo tipo de ternura encontrada en sus películas, cinemáticas muy bonitas y un sentimiento de maravilla que hace volar la imaginación.

Ha pasado toda una generación de consolas e incluso una secuela y ahora Ni no Kuni: Wrath of the White Witch vuelve a renacer en esta generación. Con la llegada de una versión remasterizada en PS4 y un port de la original en Switch, ¿cómo se compara la versión remasterizada con la original y cómo corre la versión original en el Switch? ¿Cómo se comparan esas sensaciones de maravilla y ternura con las que encontramos en las películas de Ghibli? ¿Y para ser más directos, es digno de llamarse un juego con la calidad de Studio Ghibli?

Historia

Oliver es un niño que vive en una ciudad y junto a su amigo ambos prueban un coche que construyeron. Durante la prueba el coche tiene una falla y éste termina cayéndose al río. Su madre logra salvarlo y ponerlo a salvo, sin embargo el estrés de la situación y la agitación física hace que su corazón que de por sí era frágil, deje de funcionar. Oliver termina deshecho tras la muerte de su madre, y tras llorarle a un muñeco de felpa que ella le había regalado, éste toma vida y le cuenta la historia sobre otro mundo, un mundo donde quizá puedan salvar a su madre por un vínculo con una mujer sabia de ese mundo. Y así comienza la aventura de Oliver y Mr. Drippy para poder salvar ese mundo fantástico y quizá también a su madre de las garras de un villano que está apoderándose de todo.

La historia es bastante simple, y a pesar de que hay algunas sorpresas, jamás llega a la complejidad que podemos encontrar en algunas de las películas de Ghibli. Además de eso, el título siempre se siente como un cuento de hadas para niños, algo que se acentúa aún más al tener a niños como protagonistas. La historia es bonita, pero quizá demasiado infantil para aquellos que están acostumbrados a historias más maduras y complejas en JRPG.

Presentación

Ni no Kuni: Wrath of the White Witch Remastered cuenta con un estilo gráfico tipo toon shading, muy similar al que encontramos en Breath of the Wild o WindWaker, aunque con diseños menos maduros al del primero, sin embargo no tan infantiles como los del segundo. En pocas palabras los diseños están hechos como para niños sin llegar a ser deformes, simplemente parecen hechos para una película para niños donde todo es bonito, tierno o al menos algo infantil.

La versión de PS4 corre muy pero muy bien, corre a 60 cuadros por segundo y además de eso, se ve realmente bien, todo se ve nítido, las líneas borrosas y parpadeantes de los entornos de los modelos no están presentes como la versión de PS3 gracias a una mejor resolución y filtros que las eliminan. Por otro lado la versión de Switch se ve y corre igual que la de PS3, es decir, se ve borrosa y además corre a 30 cuadros por segundo y está plagado de esas líneas parpadeantes de las orillas de los modelos. Otro problema con la versión del Switch es que el título se atora y se cierra, algo que puede ser muy molesto y muy, pero muy inconveniente en un juego largo donde el progreso no se puede guardar en cualquier momento. Eso lleva a la situación donde después de estar grindeando un par de horas en una cueva o dungeon, el juego se atoró y la progresión se perdió, algo realmente frustrante. Lamentablemente esto no fue un problema único, pues quizá no suceda muy seguido pero sí es algo que se presentó más de cinco veces y a muchos jugadores, es decir, algo no limitado a mi consola.

La música de Ni No Kuni es muy bonita, es pegajosa, quizá no sea épica como la de algún Final Fantasy de antaño o Xenoblade Chronicles, sin embargo es agradable de escuchar y nunca sentí que me hartó como sucedió en Dragon Quest XI.

La actuación de voz está bien hecha, y le da drama a varias situaciones que lo necesitan, además de eso les da personalidad a los personajes y nos permite entender sus emociones y hace de la historia mucho más agradable.

Muchas de las escenas están hechas con los modelos en 3D como encontramos en muchos JRPG modernos, tal y como Breath of the Wild y Xenoblade Chronicles, sin embargo, además de eso, también cuenta con varias escenas animadas en 2D de manera tradicional como veríamos en las películas de Studio Ghibli. Esto es muy agradable visualmente pues la verdad su estilo de animación es increíble, pero lamentablemente éstas escenas no se ven fluidas, es decir, en vez de correr quizá a 24 cuadros por segundo como lo harían éstas películas, se siente como si estuviesen a 15 o quizá menos, algo que es mucho más notable en la versión del PS4 donde el título corre a 60fps en gameplay.

El mundo es bastante grande para ser un JRPG de estilo tradicional donde uno puede caminar en el mapa como en los juegos de SNES, y vaya que ésto se ve muy bien.

Jugabilidad

El combate de Ni No Kuni es una mezcla de acción y combate tradicional por turnos o por barra de tiempo, es un juego donde el posicionamiento del jugador solo afecta a algunas habilidades enemigas, sin embargo por lo general no va a importar mucho pues habilidades como magia suelen seguir al jugador hasta golpearlo. Esta función sirve principalmente para recoger ítems que tiran estos enemigos así como vida y magia que también cae durante las batallas.

Al inicio del combate el jugador elige si usar al personaje, o a un familiar, una especie de criatura o monstruo invocado para luchar en su lugar. Ésto hace que el juego sea muy similar a Pokémon donde prácticamente todo enemigo encontrado puede ser capturado para luego ser usado en combate. Lo anterior es bueno y malo dependiendo del jugador, pues, por un lado, puede ser muy divertido ir capturando a todos los enemigos nuevos que vamos encontrando, pero por otro lado puede ser molesto y estresante estar buscándolos en el mapa, y para mí que personalmente no me gusta avanzar sin tenerlos pero odio grindear; eso me presenta un gran obstáculo para disfrutar del juego. Además, está el hecho de tener que manejarlos, interactuar con ellos, alimentarlos y ayudarlos a desarrollarse para que se hagan más fuertes e incluso evolucionen.

La navegación del mapa es muy bonita como mencioné anteriormente, pues el mundo no es un toon shading sin textura como el visto en Breath of the Wild, el mundo cuenta con texturas detalladas desde los árboles hasta las flores y el pasto, paredes, pueblos o castillos. Lo anterior hace que se note mucho la diferencia entre los personajes y el mundo que los rodea, algo muy agradable e interesante.

Conclusión

Ni no Kuni: Wrath of the White Witch Remastered es un JRPG muy tierno que aquellos amantes de las historias para niños disfrutarán muchísimo, más aún para llenar ese pequeño de vacío de Pokémon en lo que salen Sword & Shield, pero que quizá no sea para aquellos que buscan una historia compleja y madura.

La versión de PS4 es la versión definitiva para jugar pues además de verse y de correr mejor, no está plagada de errores que pueden hacer que perdamos nuestros avances como en el Switch.

Agradecemos a Bandai Namco las facilidades para realizar la reseña.